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17 noviembre, 2008

Nueva campaña de la Dirección General de Tráfico


Dicen que la letra con sangre entra, al menos esto es lo que deben pensar los de la DGT. Un año más lanzan una dura campaña para que todo el mundo se conciencie de que al volante no se deben hacer tonterías. Tal vez con estas campañas consigan conmover a mucha más gente y reducir en algún centenar o dos el número de accidentes mortales, lo cual siempre es bueno, pero, a mi juicio, es insuficiente. Los de la DGT se congratulan de que bajen los accidentes y hablan de números de víctimas como si fueran mercancía, sin pensar que detrás de cada número hay una vida, un nombre, una vida truncada, un drama, un antes y un después.

Un profesor de economía nos lo explicó muy bien: Imaginad un mundo sin coches. Ahora imaginad que un ingeniero ha inventado el coche y se reúne con el presidente del gobierno para ofrecerle una tecnología con la que los hombres se puedan desplazar a gran velocidad de un lado a otro. El gobierno se mostraría encantado con esta propuesta y la aceptaría. Pero de pronto el ingeniero le dice al presidente que si quiere esta tecnología se tendrá que cobrar 3000 víctimas inocentes al año. El gobierno pensaría que el ingeniero se ha vuelto loco y automáticamente rechazaría esa propuesta. No estarían dispuestos a pagar con vidas una pequeña mejora en la tecnología y preferirían quedarse como están. A nadie se le ocurriría obtener una mejor tecnología a cambio de vidas humanas, sería un precio demasiado alto para cualquier persona con sentido común. Sin embargo, hoy en día lo aceptamos.

El coche se ha asentado en nuestras vidas. Ahora es inconcebible imaginar un mundo sin coches y, lamentablemente, por pura estadística, esta tecnología va a seguir cobrándose vidas inocentes pese a las campañas de tráfico, pese a los puntos del carnet y pese a las mejoras de seguridad en los coches. Es pura lógica, si repartieran más pistolas entre la población civil las muertes por arma de fuego aumentarían aunque emitieran advertencias de seguridad en televisión. La sociedad acepta tener una tecnología ineficaz a cambio de vidas.

Lo más indignante de estas campañas es que nos pretenden hacer creer que los únicos causantes de los accidentes de tráfico son los conductores. Nunca veremos en una campaña de la DGT criticar a los coches que corren por encima del límite permitido, nunca les oiremos hablar de los puntos negros de las carreteras y nunca les oiremos decir que los coches son herramientas imperfectas en manos de gente imperfecta. Tampoco veremos un dato estadístico que nos demuestre que los coches son tan seguros como los aviones. Sin ir más lejos, el que diseñó los cinturones de seguridad para los coches fue un ingeniero aeronáutico. Tuvo que convencer a la Fuerza Aerea Norteamericana de que le financiaran su proyecto de investigación argumentando que había más pilotos de avión que morían en accidentes de coche que en tragedias aereas. (Ver más aquí)

Pero ninguna de estas consecuencias se pudo prever cuando los coches comenzaron a distribuirse y cuando la industria automovilística se convirtió en una de las más importantes del mundo. Para muchos el coche es una forma de vida y el modo de diferenciar su estatus social.

Yo me niego a creer que no pueda haber un sistema mejor de comunicación si partiéramos de cero. Se podría inventar una red de carreteras que funcionaran como carriles de coches de feria. También se podrían conectar todos los coches a un ordenador central y que fueran controlados automáticamente por GPS para que nunca colisionasen, bastaría con decir al coche a dónde quieres ir y punto. Se podría reinventar de principio a fin el mundo del transporte porque hay tecnología suficiente para ello. Lo único que falta es la voluntad del hombre. Nadie quiere gastarse millonadas en investigar alternativas al transporte actual porque ninguna industria automovilística estaría dispuesta a aceptar que todos los coches corriesen lo mismo. A ningún fabricante de coches le gustaría que el gobierno diseñase pequeñas cápsulas de transporte automático como tranvías individuales. A ninguna le interesaría reducir las víctimas de accidentes de tráfico si eso supone acabar con la industria automovilística, y esa es la cruda realidad del mundo en el que vivimos. Quizá todo dé un vuelco si a alguna víctima le da por denunciar a algun fabricante de coches y un tribunal le da la razón. Si lo consiguieron con el tabaco podrían conseguirlo con los coches, ya que al fin y al cabo son cosas que si se usan mal pueden matar. Pero aquí ya entraríamos en un debate filosófico sobre quién tiene la culpa, si el pecador o el que tiene en sus manos poder evitar el pecado. Podríamos hablar del libre albedrío del hombre y divagar sobre ello, pero no os quiero aburrir.

Ahora es muy difícil hacer nada más por reducir los accidentes. Por lo tanto celebro que estas campañas consigan su objetivo y reduzcan el número de víctimas. Pero lo que es inaceptable es que después de ver el spot de la DGT te salga el anuncio de un coche que pasa de 0 a 100 en tres segundos y se muestre al portador del coche de esa marca como al gran dueño y señor de la carretera. Yo por ahí no paso.

11 comentarios:

María Jesús dijo...

¡¡¡Enhorabuena!!!

Anónimo dijo...

Muy buen post y análisis crítico constructivo, como siempre.

Muchas Felicidades!

Besos ;)

Lamas dijo...

Joe!! Ole tú, tu opinión y la de tu profe de economía... Totalmente de acuerdo!!Felicidades.
Un saludo!

Chema dijo...

Bueno, supongo que soy de los primeros que llegan y te comentan a raíz de lo del premio.

Muchas felicidades!

No ya por el premio en sí, sino porque tu blog desarrolla una idea genial. Y lo hace muy bien.

En cuanto a los accidentes de tráfico, poco que decir que no hayas dicho tú. Todas las alternativas que propones son tan deseables como irrealizables. Imagina un fallo en el GPS central (alguien podría llamarlo el sistema comunista de transporte xD).

Quizás todo sea tan simple como mejorar la seguridad del sistema actual. Yo no veo tan difícil que en un par de décadas pueda haber menos de veinte muertos en las carreteras al año. Pero no creo que se le pueda quitar el control al conductor. Lo que habría que arrancarle de raíz es la posibilidad de ir a más de 140 km/h. A no ser que alquile un circuito.

Bueno, nada más, encantado. A partir de ahora tienes un nuevo seguidor. A mí también me interesa mucho la publicidad. De hecho mi última entrada va un poco de eso (aunque en clave de humor, supongo :)

Efe dijo...

Gracias Maria Jesus! Un placer tenerte por aquí.

Gracias Rosa Negra, eres un encanto. Te quiero!

Gracias por tu comentario lamas. Espero verte por aquí más.

Chema. Gracias por tus palabras. Soy consciente de que lo que digo es irrealizable y buscarán otras alternativas. No veo tan descabellado eso de que funcionen los coches automaticamente por GPS. Siempre que pudiesen desarrollar la tecnología y estuviese a pruebas de fallos. Por otro lado creo que dentro de 100 o 200 años habrán reducido por completo el número de víctimas, es el objetivo principal de los fabricantes de cohes, iran aumentando la seguridad hasta conseguir que sea muy difícil que eso ocurre. Lo que pasa es que siempre está el factor humano, una máquina puede ser perfecta, pero si la pilota un humano deja de serlo, así que por otro lado es muy difícil.

PATY ABRAHAMSSON dijo...

ME GUSTA MUCHO TU BLOG, LO TENGO ENLAZADO COMO UNO DE LOS QUE LEO A DIARIO PERO CREO QUE EN ESTE POST HAS PATINADO UN POCO NENA..PERO BUENO SOÑAR ES GRATIS.ENHORABUENA POR EL PREMIO!

Anónimo dijo...

Hola soy un estudiante de ingenieria electrica y he sonreido con la parte del ingeniero recaudador de vidas jajaja

Probablemente lo que le falta a esa historia de 3000 vidas anuales por una mejora tecnologica reside en que antes del coche las muertes por asaltadores de caminos o fieras a caravanas de viajeros que se desplazaban lentamente a pie, caballo o en carromato era superior probablemente superasen las 3000 y eso que aun con el coche te pueden asaltar en mitad de carretera...

Me gusta este blog, lo meto en favoritos.

Un saludo!

Anónimo dijo...

Este sistema que hemos montado, el capitalista, aunque sea el mejor que tenemos, es un desastre.
Mientras la base entre la relación de las personas sea la avaricia y el egoismo mal iremos.
Ojalà podamos dar la vuelta pronto a todo esto.

Unknown dijo...

Hay gente que ha puesto muchas ganas y tiempo en intentar ofrecer soluciones a problemas como el que planteas. Uno de ellos es Jaques Fresco, un inventor que en su documental habla un poco de este tema (tb sale en Zeitgeist Addendum). Quiza te guste el documental, lleva una linea utopica pero realizable sobre como crear transportes eficaces y limpios.

Me encanta el blog, solo con criticas aprendemos los publicistas ;)

Efe dijo...

Gracias Paty. Soñar es gratis, y sé que lo que digo es irrealizable, y lo aclaro en el post.

Pero si tuviésemos otro modelo de vida más avanzado seguro que se solucionaría.

Bueno Javi, está claro que nada es perfecto, pero la cuestión es que se trate de mejorar en todo y no pongan toda la responsabilidad en los conductores.

Matajazz, entre el capitalismo y la democracia ... si Platón levantara cabeza le daría un soponcio.

Invisigoth, gracias por la información, trataré de buscar información sobre el que me dices en cuanto tenga tiempo.

Anónimo dijo...

A mi particularmente me gusta otra opcion: El transporte publico; pero claro, tendria que funcionar bien. Si en Madrid hubiese el doble de autobuses y menos tiempo de espera en el metro, habria menos accidentes, menos atascos, menos contaminacion...
¿Esto es tan imposible?